América Latina experimenta retrocesos democráticos. El cierre de estos espacios afecta a las mujeres que luchan contra la violencia y abogan por sus derechos. Los discursos de odio y rechazo a políticas progresivas avanzan y también ocupan el espacio digital. Es alarmante los mensajes de odio contra feministas, mujeres defensoras y activistas de la comunidad LGTBIQ. 

  

A nivel mundial un 36% de los ataques al espacio cívico están vinculados a organizaciones que defienden los derechos de las mujeres y las mujeres defensoras de DDHH. Es urgente proteger el espacio de participación y acción social, para que las mujeres defensoras de la region sean escuchadas y sus derechos garantizados. Así como sumar las voces y cosmovisiones de los pueblos y naciones indígenas, comunidades afrodescendientes.